¿A quién no le apetecen a cualquier hora unas deliciosas patatas gajo?

Pero… ¿Sabrías cocinarlas sin que te aporten grasas o azúcares innecesarios? Y, ¿sabes cuándo te puede convenir más consumirlas? Te lo resuelvo rápido a continuación:

  • Las patatas son una rica fuente de azúcares rápidos, es decir, que te darán su energía en un periodo corto de tiempo, por lo tanto, en un horario en el que ya tu cuerpo baje su metabolismo no interesan. Como todos los azúcares rápidos aptos, las patatas deben consumirse no más allá de la media tarde.
  • Cortaremos las patatas en gajos, bien lavadas y con su propia piel (mejor si son patatas nuevas). En un bol, húmedas, las embadurnaremos con sal, pimienta, orégano, cominos, pimentón dulce y todas las especias que haya por tu cocina. ¡échales imaginación! Luego las colocamos en un papel vegetal y las metemos al horno precalentado a 200 grados. Las meteremos 10 minutos a esa temperatura para luego dejarlas a 180 hasta que se pinchen y estén blandas por dentro (unos 40 minutos en total o algo menos).
  • Puedes consumirlas así, como guarnición de un buen plato de carne, con alguna salsa limpia… Nadie podrá resistirse.

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